¡Qué maravilloso regalo nos dio Dios cuando creó los Ángeles Guardianes! No solo trabajan incansablemente para protegernos del daño físico, sino también para iluminar nuestro camino en momentos de duda y oscuridad espiritual.
Esta funda es un recordatorio de que Dios nos ama tanto que nos dio nuestro propio ángel en la concepción, para “iluminar y proteger, para gobernar y guiar”.